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miércoles, 24 de febrero de 2016

Hojas de olivo, o como cagarse vivo


El otro día vino una vecina listilla a chismorrear a casa y mira tú por dónde va y me dice que las hojas de olivo son mano de santo contra la hipertensión, y yo que soy muy dado a la medicina natural le pregunté a S. Google y me quedé muy sorprendido de los beneficios de estas hojas de las que en resumen dice esto:
 “Es bueno en casos de presión arterial alta, para el colesterol, para el estreñimiento, para bajar la fiebre, y para aumentar la producción de orina, y favorecer la eliminación de impurezas del organismo, siendo muy interesante en el tratamiento de la diabetes, problemas de hígado y cálculos biliares.

A la mañana siguiente temprano, me levanté como un poseso y me fui a un olivar armado con unas tijeras de podar. En un momento tuve un buen ramillete hecho.


De esto hace tres días.

Sequé unas hojas en el microondas y desde ese momento  me tomo tres infusiones al día.

La tensión me la he medido y no ha llegado a variar de manera espectacular, lo que sí me ha variado de forma radical es las veces que tengo que ir al día a cagar.

Dicho sea con los debidos respetos. De cinco a seis veces voy a defecar ( que parece más fino) y aunque lo achacamos al maldito virus que dicen que anda por Graná, para mí que la culpa la tienen las hojas..que dicho sea de paso, no veas cómo me están dejando el ojal.

Yo nunca he tenido problemas de atranques. Es despertar e irme raudo y ligero a sembrar. Pero vamos ya está el tío con la carga quitada para todo el día.

Ahora no. A la hora de beberte el ungüento empiezas a sentir como si tuvieras alguien por dentro.
Así que lo dejo aquí, y si tienes un atranque del copón y  no te importa tener el culo más colorado que los monos de la dos, esta puede ser la solución.


lunes, 18 de enero de 2016

Receta de puchero alpujarreño


Esta receta es muy parecida a la olla de San Antón tanto en sus componentes como en su elaboración, La diferencia principal está en que la olla se elabora con habas y judías blancas, y el puchero se hace con garbanzos. A mí me gustan los dos platos aunque prefiero el puchero.

Ingredientes para 6 personas:

750 g. de garbanzos.
1 cebolla mediana
1 pimiento
1 hueso de espinazo salado
1 hueso de jamón
200 g de costilla de cerdo saladas
300 g de tocino entreverado salado
 1 oreja de cerdo
1 rabo de cerdo
1 Corazón
1 Morcilla
2 puñados de  hinojos picados
2 tazas de arroz
3 patatas
Sal

Preparación:

Pon los garbanzos y las carnes saladas en agua la noche anterior. A las carnes habrá que darles dos o tres aguas para quitarles la salazón.
Dispón de una buena olla, calienta un poco de agua que esté tibia. Restriega los garbanzos con sal, y utiliza el agua tibia para lavarlos y quitarles impurezas o pellejos que hayan soltado
.
Pon los garbanzos y toda la carne menos la morcilla en la olla y cubre de agua. No le pongas de momento sal.
 Agrega el pimiento entero y la cebolla partida por la mitad y la llevas al fuego fuerte. Cuando empiece a hervir, ve quitando la espuma y baja el fuego.


Pasados unos 90 minutos más o menos verás que la carne está tierna y los garbanzos tiernos. Agrega las patatas rotas y al ratillo el arroz y los hinojos picados.
El hinojo debe ser silvestre a ser posible y se utilizan solo las hojas. Esto le dará al puchero un olor divino y un sabor fresco y anisado .


Cuando veas que las patatas y el arroz están tiernos, rectifica de sal si es necesario, y ponle la morcilla. A los dos minutos apaga y deja que repose unos minutos antes de servir.


Se comen primero los garbanzos y luego la "pringá".